Por nuestros pueblos, contra la despoblación, por nuestra identidad... Por la Región Leonesa

-Contra la despoblación. Porque desde que se nos unió (sin consultarnos) a Castilla en 1983 hemos perdido más de 70.000 habitantes entre las tres provincias leonesas. Como ejemplo los últimos veinte años, en los que la Región Leonesa ha perdido cerca de 60.000 habitantes, mientras que la parte castellana de la comunidad autónoma no sólo no ha perdido población, sino que ha ganado más de 50.000 habitantes en el mismo periodo. La conclusión que sacamos de ello es que nos perjudica estar unidos a Castilla.

 

-Por nuestros pueblos. Las zonas rurales han sido las grandes perjudicadas de esta pérdida de población. Baste como ejemplo los datos de varias comarcas. En los últimos veinte años Sayago, La Ribera (Arribes) o Aliste han perdido más del 25% de su población, el Abadengo, Babia, La Cabrera, La Carballeda, El Rebollar o el Campo de Argañán perdieron más del 30%, La Ramajería, la Montaña Oriental o Laciana perdieron en torno al 35%, El Campo de Agadones, Omaña y Los Ancares cerca del 40%, etc. Se trata de unas pérdidas brutales de capital humano en una época en la que la población española aumentó y que no hace sino poner de relieve el abandono que está sufriendo nuestro medio rural, nuestros pueblos, algo a lo que urge poner freno.

 

-La diferencia de salario entre leoneses y castellanos no ha hecho sino aumentar. De este modo entre 1995 y 2007 la diferencia en la renta per cápita entre ambas regiones se ha duplicado. Así, mientras en 1995 un leonés cobraba de media al año 2.297 euros menos que un castellano, poco más de una década después, en 2007 (último dato que ofrecía provincializado el INE), esta diferencia se había convertido en 4.318 euros.

 

-El paro es mayor en la Región Leonesa que en Castilla. Pese a que, tradicionalmente, el porcentaje de paro era más bajo en la Región Leonesa que en Castilla, a medida que se ha ido asentando esta autonomía la tendencia ha ido cambiando, de modo que, a partir de 1991, la Región Leonesa ha pasado a tener más paro que Castilla. Y es que en 1983, al unirse ambas regiones para formar la actual comunidad autónoma, en la leonesa había un 2'17% menos de paro que en Castilla; treinta años después, en el último dato ofrecido por la EPA, la Región Leonesa tiene un 4'00% más paro que Castilla. Así, el paro en la Región Leonesa se sitúa en el 23'26% y en Castilla en el 19'26%. Por provincias, la que más paro registra es Zamora, con el 25'25% en paro, seguida de León con el 23'76%, y muy cerca se sitúa Salamanca, con un 21'70% de paro.

 

-La Región Leonesa es la que menos tasa de actividad tiene de España. Fruto de un deficiente desarrollo y del empeoramiento en sus datos económicos desde que se unió a Castilla en 1983, la Región Leonesa se ha convertido en la región española con menos tasa de actividad, situándose ésta ligeramente por debajo del 50%, diez puntos menos de la parte castellana de la autonomía. Por provincias, la que registra una menor tasa de actividad es Zamora, con un 44'97%, seguida de León con el 48'89%, y de Salamanca que, con el 53'81%, es la provincia leonesa con más tasa de actividad, pero aun así se sitúa lejos de los datos de provincias castellanas como Burgos (60'42%), Valladolid (60'12%), Segovia (58'70%) o Soria (57'57%).

 

-Pese a que los ciudadanos de las provincias leonesas pagamos el 42% de los impuestos de la autonomía, de los 90.000 funcionarios de  la misma, apenas un 20% se reparten entre Salamanca, Zamora y León, estando el 80% en Castilla. Es decir, estamos pagando impuestos para crear una importante economía fuera de nuestra región.

 

-Hay un buen número de fundaciones públicas (o privadas que se sustentan con dinero público autonómico como, por ejemplo, la polémica Fundación Villalar) y que localizan su sede casi en la totalidad de los casos en Castilla, por estar allí las sedes autonómicas, de forma que los leoneses estamos pagando con nuestros impuestos que todos los empleos y la economía que acarrean esas fundaciones estén en Castilla; es decir, que pagamos a ciertas fundaciones para que realicen sus actividades y generen economía fuera de nuestro territorio. Si tuviésemos una autonomía propia, las fundaciones de este tipo que existiesen (que por otro lado deberían ser sólo las estrictamente necesarias) tendrían sus sedes en Salamanca, en Zamora o en León, generando empleo, por tanto, en la Región Leonesa.

 

-Los leoneses exportamos el 85% de la energía eléctrica que producimos, sin que ello revierta para nada en las zonas productoras, que son páramos de despoblación. De esta energía, la mayor parte se exporta a Castilla, que la recibe sin pagarnos nada a los leoneses, para el funcionamiento de sus empresas, ciudades, etc. Si el País Leonés tuviese una autonomía propia, podríamos imponer un canon energético para que recibiésemos una buena cantidad de dinero por la luz que exportamos y que se genera aquí, a costa de haber dejado morir bajo las aguas a casi cuarenta pueblos de nuestra tierra. Y es que hemos anegado nuestros valles, ahogado muchos de nuestros pueblos para que el beneficio se lo lleven otros, que reciben uno de nuestros productos, la electricidad, gratis.

 

-La Región Leonesa cuenta con el 84'66% de capacidad de embalsamiento de toda la comunidad autónoma, lo que ha conllevado que casi 40 pueblos de las provincias leonesas hayan quedado bajo las aguas, en la mayor parte de los casos sin que esto beneficiase a la Región Leonesa.

 

-En el ámbito de las infraestructuras, resulta que el principal eje de comunicaciones y económico para los leoneses, la Vía de la Plata, fue cerrado en su versión ferroviaria precisamente al poco de consumarse la unión de León y Castilla ¿Lo hubiese permitido un gobierno autonómico leonés? Parece evidente que no, cuando se trataba del eje vertebrador del territorio, por lo que, casi con toda probabilidad, hoy seguiríamos con la vía férrea de la Plata abierta y casi lo propio se podría decir de la línea de La Fregeneda (La Fuente-Barca D’Alva), pero nos unieron con Castilla, y pasamos a ser "el Oeste de la Comunidad". ¿Y la Autovía de la Ruta de la Plata? Parece evidente también que un gobierno autonómico leonés hubiese trabajado al máximo por haberla tenido realizada a la mayor celeridad posible, de modo que llevaríamos ya más de una década con la autovía de la Plata abierta en su totalidad y, sin embargo, unidos con Castilla, seguimos con el tramo Zamora-Benavente sin desdoblar porque la única presión que hizo esta autonomía fue para conseguir la autovía que une el eje Burgos, Palencia y Valladolid entre ellas y con Madrid; una vez conseguido el principal eje de comunicaciones castellano hace años, no ha querido saber nada del leonés, que se está construyendo tarde, mal y nunca, cuando forma parte de una ruta que une los puertos Cádiz con los de Gijón, vertebrando todo el Oeste español.

 

-La Región Leonesa como región histórica. Históricamente, la Región Leonesa o simplemente León, siempre ha sido una de las que han formado parte de España, de hecho, el Reino de León fue el primero de los que dieron lugar a España, hecho por el cual aparece en el escudo español. Hasta 1983 y desde que naciese en el 910, León como ente político siempre había existido, se mantuvo como reino en estructuras estatales más amplias hasta el siglo XIX, cuando se convirtió en región, formada por las creadas en 1833 provincias de Salamanca, Zamora y León. Durante la Segunda República, por ejemplo, la Región Leonesa eligió a su propio representante en el Tribunal de Garantías Constitucionales. Y como tal se mantuvo hasta el citado 1983, cuando se aprobó en los despachos su unión a parte de Castilla la Vieja, como "gran comunidad central españolista" que hiciera de contrapeso a los "nacionalismos periféricos", según las "razones de Estado" que se esgrimieron desde el Gobierno de entonces.

 

-Identidad cultural. La Región Leonesa es valedora de una amplia riqueza cultural, que se plasma en su riqueza lingüística con tres lenguas en su territorio, la variedad de sus trajes tradicionales, ricas tradiciones como las mascaradas de invierno, los mayos, los paleos o paloteos, los pendones, el magosto o calbochada, o el serano o filandón. Curiosamente, un elemento especialmente definidor de la rica cultura regional leonesa viene definido por sus instrumentos musicales. El más emblemático, quizá, sea el conocido como gaita charra o chifla, esa flauta de tres agujeros que solo se toca dentro de la comunidad autónoma en las tres provincias leonesas, siendo también mítica la gaita de fole, desaparecida en Salamanca mediado el siglo XX y que aún pervive en el oeste de Zamora y León. A todo esto, habría que sumar otros, como la dulzaina en la zona fronteriza con Castilla o el pandero cuadrado en Laciana y El Rebollar.