Por la protección y promoción de la Lengua Leonesa

La Región Leonesa es un territorio trilingüe en el que conviven tres idiomas: el leonés, el castellano y el gallego. Históricamente el idioma hablado en casi la totalidad de nuestro territorio fue el leonés o astur-leonés que empezó a perder terreno ante el empuje del idioma castellano procedente del este. Poco a poco la lengua leonesa fue quedándose arrinconada, lo que vino favorecido por el trato despectivo que recibió desde los gobiernos (lo que se ha agravado desde el siglo XIX) tachándosele como una forma de "hablar mal", de "no saber hablar" o "hablar de pueblo". Nada más lejos de la realidad, el leonés fue cultivado por insignes figuras de la Región Leonesa como Juan del Enzina, Torres Villarroel o Gil y Carrasco, aunque cabe citar el estudio y cultivo de la lengua leonesa realizado desde el siglo XIX en adelante. Importantes figuras como Miguel de Unamuno o Menéndez Pidal estudiaron la lengua leonesa, siendo los leoneses más importantes en el cultivo del leonés en los dos últimos siglos Gabriel y Galán y Eva González.

 

Lamentablemente el estado actual de la lengua leonesa deja mucho que desear, habiendo desaparecido casi la totalidad de sus dialectos orientales y no dándose un relevo generacional en su uso, por lo que es empleada casi en exclusiva por personas de avanzada edad. Pese a ello ha quedado una amplia impronta de dicho idioma en el castellano hablado en la mayor parte del Reino de León, estando extendido el uso de giros y expresiones propias del idioma leonés en casi la totalidad del País Leonés.

 

Principales características del idioma leonés

 

  •   Palatización de la l- inicial: lladrar (ladrar), llobu (lobo), llisca (caspa), llume (lumbre).

  •   Cierre general de las vocales átonas postónicas -o y -e en -u e -i respectivamente: vinu (vino), perru (perro), llechi (leche).

  •   Conservación de la F- inicial latina: falar (hablar), facer (hacer), fumu (humo).

  •   Aspiración de la F- inicial latina en el leonés oriental: h.acel (hacer), h.umu (humo).

  •   Diptongación frecuente: priesa (prisa), alcuentru (encuentro).

  •   Palatalización de la n en algunas lexicalizaciones: ñial (nido), ñozal (nogal).

  •   Conservación de la antigua -e latina en ciertas palabras: rede (red), sede (sed).

  •   Formas de perfecto fuerte de la tercera persona del plural análogas con la tercera del singular. vinon (vinieron), trajon (trajeron), puson (pusieron), dijon (dijeron)

  •   Plural femenino -es y formas verbales -en, -es en la "palra d'El Rebollal": les coses (las cosas), llorabes (llorabas).

  •   Epéntesis de -i- en ciertas palabras: quiciás (quizás), matancia (matanza).

  •   Tendencia a la pérdida de las consonantes sonoras derivadas de las sordas latinas: lláu (lado), lluéu (luego), fuéu (fuego), miéu (miedo).

  •   Algunas conservaciones del grupo -mb- latino: llamber (lamer), cambión (camión), llomba (loma).

  •   Cambio del grupo -rl- a -lr- en la Palra d'El Rebollal: palral (parlar), chalra (charla).

  •   Formas verbales del grupo -zc- en -z-: paezu (parezco), conozu (conozco), reduza (reduzca).

  •   Formas de imperativo plural en -ái, -éi e -í: marchái (marchad), pasái (pasad), mirái (mirad).

  •   Contracción de en+artículo: nel (en el), na/ena (en la), nos/enos (en los), nas/enas (en las)

  •   Empleo del artículo antepuesto al posesivo: el mi güertu (mi huerto), la mi casa (mi casa), las nuestras cosas (nuestras cosas).

  •   Uso de formas verbales apocopadas para la tercera persona singular del presente: val (vale), tien (tiene), vien (viene).

  •   Terminación general y diminutivo -ín/-inugatín (gatito), muchachín (muchachito), burrín (burrito).

  •   En ciertas variedades se dan ejemplos lexicalizados del fenómeno de aspiración de la -s- intervocálica: vuh.otrus (vosotros), nuh.otrus (nosotros)

  •   Aparecen ciertos cambios característicos de género gramatical respecto del castellano para algunos sustantivo: la vinagre (el vinagre), la nozal (el nogal).

  •   Uso de la preposición "pa" con el sentido de "en" con los verbos estar y andar indicando localización temporal: anda pal tesu (está en el cerro), tá pal ríu (está en el río).

  •   Aspiración del fonema /x/ en los dialectos meridionales por influencia de la aspiración de la F- inicial latina: cah.a (caja), miah.a (migaja).

  •   Uso de formas de primera persona del plural en algunas variedades del estilo. Nos lo encontremos pal campu (Nos lo encontramos en el campo), Pasemos pola tu casa (Pasamos por tu casa).

  •   Uso abundante del adverbio de lugar "pahí" (ahí, por ahí) como una partícula de indeterminación: ¿Viste a Albertín? ¡Toma, andará pahí! (¿Has visto a Albertito? ¡Estará por ahí!)